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viernes, 30 de noviembre de 2012

Real Expedición Filantrópica de la Vacuna 1803




30 de Noviembre de 1803.-

      Zarpa tal día como hoy la expedición de D. Francisco Javier Balmis del puerto de La  Coruña, que llevará a todos los territorios españoles de Ultramar la vacuna contra la viruela, ya que unos años atrás, se había declarado una epidemia en las regiones de Lima y Bogotá que estaban matando a miles de personas.



 
Francisco Javier Balmis Berenguer (Alicante, 1753-Madrid 1815)



      La grandeza de la expedición, llamada Real Expedición Filantrópica de la Vacuna consistió en que la vacuna descubierta por Edward Jenner no llegaba viva al Nuevo Mundo, ya que al ser tan larga la travesía, esta moria y no hacía efecto al inyectarla. Para ello Carlos IV, sensibilizado hacia la epidemia por haberla padecida su hija, la infanta María Luisa, aprueba la expedición y decide que los gastos de esta fueran sufragados por el Real Erario. Para lograr que la vacuna llegase en buenas condiciones convocó una reunión de médicos y no se encontró otra manera posible más que inyectándola en cuerpos humanos vivos.


 
Vacunación contra la viruela.


     Para ello se escogieron a 22 niños, de la casa de los expósitos de La Coruña, pues los de esta localidad costera estaban acostumbrados a la presencia del mar, los más sanos, de más de ocho años y de menos de diez, que no hubieran padecido viruelas ni hubiesen sido vacunados ni inoculados y se pidió a la rectora del hospicio de La Coruña, Isabel López Sandalla, que les acompañase en tan largo viaje. Cinco niños madrileños ya habían sido vacunados sucesivamente, en el trayecto de Madrid a La Coruña, y habían sido devueltos del puerto, a su lugar de origen.


 
Los niños y la rectora del hospicio rumbo a América-


       Posteriormente se escogió el barco, una corbeta de doscientas toneladas, la María Pita, que sería gobernada por Don Pedro del Barco, teniente de Fragata de la Real Armada, llevando como director de la expedición a Francisco Javier Balmis y como ayudantes a D. José Salvany, D. Manuel Julián Grajales y D. Antonio Gutiérrez y Robledo. Como practicantes a los cirujanos don Francisco Pastor Balmis, y don Rafael Lozano Pérez, y como otros enfermeros a don Basilio Bolaños, don Ángel Crespo y don Pedro Ortega.


     Llegan a Puerto Rico en mayo de 1804, posteriormente naufragan y llegan a Cartagena de Indias, y en Venezuela se dividen en dos grupos. El de Balmis irá a Cuba, Méjico y después (1805), con 25 niños que regresarán posteriormente, tras un duro viaje de más de dos meses, a Filipinas (donde enfermó Balmis de diarrea), y con tres niños a Macao, travesía en la que murieron 20 tripulantes, Cantón y regresarán a España tres años después, el 7 de septiembre.




 
Rutas de la Expedición Balmis 


       La otra expedición, dirigida por el doctor Salvany recorrerá Panamá, Colombia, Ecuador, Perú, Chile y Bolivia durante siete años, muriendo su jefe en Cochabamba el 21 de julio de 1810 con 34 años de edad, continuando sus ayudantes, Manuel Grajales y Rafael Lozano.

     De esta manera llegó la vacuna viva a los territorios de Ultramar y se calcula que entre las vacunaciones directas de la expedición, más luego al ir dejando en los diferentes lugares la posibilidad de seguir vacunando, al final fueron más de ochenta millones de personas las que fueron vacunadas En cada lugar dejan las instrucciones y organización necesaria para mantener la labor de vacunación, llevando un registro detallado de ella: 56.000 vacunados en Colombia, 22.276 en Perú.





Partida de la expedición.


      Se ha dicho que “con esta expedición España escribió una de las páginas más limpias, más humanas, de más auténtica civilización que se haya jamás escrito en la Historia, reflejando los clásicos valores españoles de desinterés y constancia.
     Muchos historiadores dan por seguro que las vidas que se salvaron con esta expedición definieron la estructura demográfica actual de los países que un día fueron españoles.

jueves, 29 de noviembre de 2012

Batalla de Viluma 1815

29 de Noviembre de 1815.-


        En el actual Departamento de Cochabamba, en Bolívia, tiene lugar la Batalla de Viluma o Viloma (conocida en la Argentina como Batalla de Sipe-Sipe de 1815).  Fué un enfrentamiento entre las fuerzas realistas y las fuerzas de las Provincias Unidas del Río de la Plata y cuya derrota representó para las Provincias Unidas la pérdida definitiva del Alto Perú.



 
 Croquis de la batalla.



     Las fuerzas del Ejército del Norte que estuvieron a cargo de José de San Martín, fueron traspasadas a cargo de José Rondeau, ya que el primero invocó razones de salud para ser relevado del mando del ejército. En opinión de muchos San Martín, que preveía el resultado de la campaña, abandonó su puesto con aquella excusa para salvar su reputación.Martín Miguel de Güemes, enemistado con Rondeau, abandonó las filas del ejército junto con sus gauchos y se retiró hacia Salta, llevándose consigo el parque del ejército que se encontraba en Jujuy.


 
General José Rondeau.


     El general Joaquín de la Pezuela, a cargo de las fuerzas realistas, luego de algunos reveses retiró sus fuerzas hasta el poblado de Challapata, abandonando ciudades importantes que fueron ocupadas por las fuerzas de Rondeau, quien se apoderó de Potosí y Chuquisaca. La situación de debilidad del ejército realista en el Alto Perú cambia con el arribo del refuerzo de una División al mando de Ramírez y con la llegada de tropas desde Chile al Alto Perú:


 
General Joaquin de la Pezuela.


     Rondeau se pone en marcha y en su retirada hacia Cochabamba se refugió en la pampa de Sipe-Sipe en las cercanías de esa ciudad. Allí fue alcanzado por las fuerzas realistas de Pezuela, contando las fuerzas de Rondeau con 3.000 a 3.500 hombres, y con 11 piezas de artillería, en tanto que las realistas 4.100 hombres y 20 piezas de artillería (hay dudas sobre sus calibres, pero todo parece que el desarrollo de la batalla estuvo determinado precisamente por la superioridad artillera de los independentistas).
Rondeau había confiado su formación en una posición que daba la espalda a la cuesta de los macizos de Viluma, que él consideró imposible de transitar por el ejército enemigo. Pero Pezuela atacó precisamente por allí, desde donde sus fuerzas descendieron "como gatos" para alcanzar campo de batalla. Formando su línea a la derecha del ejército de Rondeau forzándole a cambiar de posición y destrozando de pasada el regimiento de Dragones al mando de coronel Cornelio Zelaya.


Grabado de la batalla de Viluma.

       El cambio de posiciones del Ejército del Norte le fue fatal, resultando el encuentro la derrota más grave —después de la Batalla de Guaqui— sufrida por las tropas independentistas en las guerras de Independencia.
 Con esta derrota la provincia del Alto Perú se perdió definitivamente para las Provincias Unidas. El ejército  de Rondeau, sufrió más de 1.000 bajas y la pérdida de toda su artillería, los realistas tuvieron 32 muertos.


 
Escudo de distinción de la batalla de Viluma para oficiales.



     El general Pezuela escribió en el parte de la batalla:
"Fueron los enemigos batidos sobre el campo de batalla, pero reuniémdose siempre y perdiendo terreno palmo a palmo, con un tesón y disciplina como puedan tener las mejores tropas. Su caballería trabajó admirablemente."

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Combate contra buques de la Regencia de Argel. 1751

 28 de Noviembre de 1751.-

      En medio de la paz general de que España disfrutaba después del Congreso de Aquisgrán, no desatendía el marqués de la Ensenada la vigilancia marítima y por ello mantenía dos divisiones navales, consiguiendo con ellas refrenar el corso y hacer prácticos marineros á los tripulantes.

 
Zenón de Somodevilla, Marqués de la Essenada, el gran reformador de la Armada Española.


      Ocurrieron con frecuencia encuentros con galeotas ó embarcaciones de escasa significación, no teniéndola tampoco los hechos de armas hasta que, hallándose el capitán de navio D. Pedro Stuart con el de su mando, nombrado Dragón, y el América sobre el cabo de San Vicente, avistó otros dos, que en el reconocimiento resultaron enemigos: Eran el Danzik, de 60 cañones, y el Castillo Nuevo, de 54, pertenecientes á la Regencia de Argel y situados en aquel paraje á la espera de naves cristianas. Iniciado el combate á las cinco de la tarde del 28, escurrió el bulto en la oscuridad el Castillo Nuevo, dejando solo á su compañero, que tuvo que hacer cara á los dos españoles, pero no con desventaja, porque hallándose éstos á barlovento, la gruesa mar les impedía abrir las portas de la batería baja y servirse de los cañones de mayor calibre, mientras que el berberisco usaba de los suyos por la razón misma de elevar la escora del navio los batiportes.



 
 D. Pedro Fitz-James Stuart y Colón de Portugal  (Madrid, 1720-1789)


      Todo el día  se cañonearon á distancia, teniendo unos y otro descalabro en la arboladura, que paralizó la pelea mientras lo remediaban. Arrió la bandera el argelino, volviéndola á izar al poco rato. Desde las dos y media, en que se pusieron á tiro otra vez, se reanudó el combate á ratos; la mar arbolada no consentía hacerlo con efecto, hasta que se aproximaron los nuestros y acabaron de vencer la resistencia, abordando el navío mahometano é incendiándolo de seguida, visto no ser posible sostenerlo á flote. Constaba su dotación de 564 hombres, de los que murieron en el combate ó ahogados 194. Entre los prisioneros había 90 heridos, incluso el Arráez, tres oficiales y seis renegados. Se rescataron 50 cautivos cristianos.






 
Maqueta del Navío Dragón.

     De nuestra parte, si bien los aparejos y velamen quedaron con mucho destrozo, no hubo que sentir pérdida más que de 29 hombres, atribuyéndose la moderación a las precauciones adoptadas por el Comandante. Fue, por tanto, elogiado, alcanzando recompensa del Rey y aplauso público.

domingo, 25 de noviembre de 2012

D. Luis de Velasco II Virrey de Nueva España 155'


 25 de Noviembre de 1550.-


      Hace su entrada en la ciudad de México D. Luis de Velasco y Ruiz de Alarcón, señor de Salinas, segundo Virrey de Nueva España.




 
Luis de Velasco y Ruiz de Alarcón (Carrión de los Condes, Palencia, 1511-Ciudad de México 1564)

   Velasco ocupó el cargo hasta su muerte el 31 de julio de 1564. Suele considerársele gobernante prudente. Ayudó a los nativos a defenderse frente a los abusos de los propietarios de minas de oro, y liberó a 15 000 esclavos ilegales.  De su mandato destacan la abolición efectiva de la encomienda, la liberación de los indios ilegalmente esclavizados, la urbanización de poblados, la realización de importantes obras públicas, la apertura de la Universidad de México y la colonización, pacificación  y conquista de territorios del norte del virreinato con  la colonización de Nueva Vizcaya (actuales estados de Chihuahua, Durango y parte de Coalmila),, fundando ciudades como San Miguel el Grande (hoy San Miguel de Allende), Durango , San Felipe de Ixtlahuaca y Nombre de Dios


 
Mapa del siglo XVI de los territorios de Nueva Vizcaya

    Funda la Real y Pontificia Universidad de la Nueva España; la primera de América,  con su impulso y ayuda ante las autoridades reales y le tocó presidir la inauguración de dicha institución el 25 de enero de 1553. Otras medidas que impulsó fue el establecimiento de un hospital para indígenas. Protegió la minería con el auxilio que le prestó el minero sevillano Bartolomé de Medina, para poner en práctica el beneficio de patio consistente en mezclar el mineral molido con mercurio y sal, rindiendo mucho más el producto con esta técnica que con la del simple lavado al agua.
 . En 1555 reunió al primer Concilio Provincial Mexicano, para la moralidad y buena conducta del clero y la conversión y buen trato a los indios.


 
Reales Cédulas de la Real y Pontificia Universidad de México.


    La supresión de la encomienda y la mejora del trato a los indios habían sido prescritas por la corona española desde 1542, con la promulgación de las llamadas Leyes Nuevas, inspiradas por Fray Bartolomé de las Casas. A diferencia de su predecesor, que no exigió su cumplimiento, aunque nominalmente las acatara, y que incluso llegó a suspenderlas, Luis de Velasco las puso en práctica venciendo con energía la oposición de los encomenderos, como por otra parte le había ordenado detalladamente Carlos I al nombrarle Virrey en Bruselas. En 1558 México sufrió su primera gran inundación de la época española, que se convirtió en epidémica. El virrey hizo todo lo que estuvo en su mano para ayudar a las víctimas.

      Velasco se centró en fundar asentamientos en Florida, en explorar el Océano Pacífico y en aumentar las riquezas del imperio. El 22 de mayo de 1559 fundó lo que es ahora la ciudad de Yurécuaro en el estado de Michoacán. En ese misno año envió una flota de trece naves bajo el mando de Tristán de Luna y Arellano para establecerse en la costa oriental de Florida.


 
Tristán de Luna en una de las exploraciones que realizó a la costa de La Florida por encargo del Virrey Velasco.


      Poco antes de su muerte preparó la expedición de Miguel López de Legazpi y fray Andrés de Urdaneta a las Filipinas, que inició la dominación española de estas islas y abrió una vía de comercio con Oriente. Murió en México el 31 de julio de 1564.


viernes, 23 de noviembre de 2012

Batalla de Tudela 1808

23 de noviembre de 1808.-

    
      Noviembre de 1808 fue un mes aciago para las armas españolas tras las severas derrotas ante los franceses en las batallas de Burgos (Gamonal), Espinosa de los Monteros, Tudela y Somosierra.
Napoleón había decidido ocuparse de acabar con la resistencia española de una vez y afianzar en el trono de manera definitiva a su hermano José. Para ello preparó una gran ofensiva que borrara la humillación sufrida el 19 de julio en los campos de Bailén (Jaén), en los que el general Castaños obtuvo la capitulación de Dupont. Al saberlo el nuevo rey José, hermano de Napoleón, abandona precipitadamente Madrid hacia Burgos. Los franceses levantan el I Sitio de Zaragoza y el mariscal Moncey toma sólidas posiciones en Navarra.





 
 General Francisco Javier Castaños.



      El 3 de noviembre Napoleón llega a Bayona a la cabeza de 200.000 infantes y 50.000 caballos, divididos en 5 cuerpos de ejército. El emperador se dirige por Vitoria hacia Burgos.  

    La victoria de Bailén supuso el redescubrimiento del patriotismo por parte de los diputados navarros, que se dieron a la fuga en busca de las líneas del general Castaños. Castaños disponía de 26.000 hombres, de los que 3.000 eran de caballería, e inicialmente los distribuyó desde Logroño a Tudela en la orilla derecha del Ebro. Por encima de la otra margen del río operaba Palafox con 15.000 soldados que pusieron en fuga a tropas adversarias desde Nardués-Aldunate, en las estribaciones de Loiti, hasta Monreal.
     De forma progresiva los franceses bajaron hacia Logroño. En su camino limpiaron un puesto avanzado español establecido en Lerín, con un asedio que duró del 25 al 27 de octubre. La posición, defendida por los Tiradores de Cádiz, mandados por Juan de la Cruz Mourgeon, aguantó hasta agotar las municiones y en su capitulación recibieron honores militares. Castaños no tiene más remedio que acortar su línea defensiva en la que Tudela ocupará siempre la posición derecha.


 
Plano de la batalla.



      Bonaparte ordena que Lannes llegue a Lodosa para preparar las tropas y salir el 23 hacia Tudela. Jean Lannes, duque de Montebello, cumpliría las órdenes con adelanto sobre el calendario previsto.
La reunión preparatoria de la batalla tiene lugar la tarde del 22 en el palacio del marqués de San Adrián. Asisten Castaños, los dos hermanos Palafox, Coupigny y el coronel inglés Thomas Graham en calidad de observador, con la ausencia del conde de Montijo. El general José Palafox pretendía libertad de maniobra, no unir su suerte a la del Ejército del Centro y replegarse sobre Zaragoza para defender desde allí Aragón. Castaños sostenía que ambos Ejércitos deberían trabajar conjuntados y que en caso de repliegue habría de ser hacia el sur, a zonas costeras que permitieran recibir ayudas por mar de América e Inglaterra.  El mariscal Lannes pretende evitar que los españoles lleguen a volar el puente de Tudela, vital para las comunicaciones, el futuro asedio de Zaragoza y el tránsito a Madrid. Castaños ha de tomar disposiciones sobre la marcha.

     Lannes ha reparado en las alturas de Santa Quiteria, Cabezo Malla -donde hoy se levanta el Hospital Reina Sofía- y San Juan de Calchetas. La caballería de Lefebvre-Desnouettes conocía el terreno por haber luchado allí en junio. Al comenzar el ataque no dio tiempo siquiera a que llegase el otro gran contingente del IV Cuerpo, procedente de Corella, ni estaba dispuesto a esperar a Ney, que se había entretenido 48 horas en Soria capital.


 
Grabado coloreado francés que representa un momento de la batalla

    Cuando Castaños observa la maniobra francesa trata de contenerla con dos acciones. En la primera pide a Felipe Saint-March, lugarteniente de Palafox, que se apodere de Santa Quiteria, como hizo, y que Juan O Neille ocupe Cabezo Malla. En segundo término comunica a Lapeña que debe moverse desde Cascante hacia Tudela, y que Grimarest apoye desde Tarazona hacia Cascante.
     La posición de Lapeña en Cascante era sólida para la defensa, ya que tenía emplazadas 18 piezas de artillería. Pero con la caballería francesa en frente temía ser atacado de flanco si se desplazaba, con lo que se limitó a enviar dos batallones hacia Urzante.
Mientras, en Tarazona, Grimarest oye el tronar de los cañones pero sigue a la espera de la llegada de Ney y allí permanecerá hasta bien entrada la tarde.
    La línea española estaba sin cerrar en el centro y esa deficiencia terminaría por pagarse muy cara.
Cuando Lannes constata que no puede dominar las alturas en torno a Tudela busca en el recurso de la astucia lo que no encuentra en la fuerza. Así que fija el objetivo de impedir que Lapeña se aproxime al centro y trata de encaramarse a Santa Bárbara como sea. Lo conseguirá por un lugar que los españoles consideran inaccesible. Desde el barranco de el Cristo unos pocos hombres se deslizan por donde ahora discurre el ferrocarril Zaragoza-Pamplona, llegan a la acequia del molino de la Mejana, que circunda la ladera. Trepan con agilidad la escarpadura y sorprenden a los soldados levantinos de Roca, que temen verse rodeados y de los que se apodera el pánico. Eran las dos y media de la tarde y los soldados españoles comienzan a huir por la calles de Tudela.


 
El fin de la batalla.

   Los franceses aprovechan la sorpresa y toman con rapidez la ciudad y el puente intacto.
Ahora todo ha cambiado. Y para colmo de males la caballería de Lefebvre ataca decididamente Santa Quiteria. La derecha del ejército español, temiendo verse envuelta, se deshace. O`Neille y Saint-March tratan de replegarse lo más ordenadamente posible camino de Zaragoza.
´   Castaños decide, por su parte, que el ejército del Centro se retire hacia Borja y luego Calatayud. Cree que aún tiene una última oportunidad de marchar hacia Sigüenza para ayudar en la defensa de la capital. De camino sabrá que la resistencia de Benito San Juan en Somosierra ha sido rota por Napoleón. Por ello conducirá a sus hombres camino de Cuenca.
Mal que bien, Castaños consigue sacar con vida y fuera del frente de combate al 85% de los efectivos que enfrentaba a Lannes. La bajas españolas en Tudela se sitúan entre 3.000 y 3.300 (el 20% muertos y el 80% heridos) y unos 1.300 prisioneros. Por parte francesa se registraron 44 muertos y 513 heridos.

jueves, 22 de noviembre de 2012

Batalla naval de Ragusa 1617

22 de Noviembre de 1617.-


     Se produce el encuentro naval entre la escuadra española del virreinato de Nápoles contra otra veneciana. Felipe III instruyó convenientemente a el Gran Duque de Osuna D. Pedro Téllez -Girón.  a fin de que la ya poderosa armada napolitana cruzase a la entrada del Adriático [canal de Otranto] con objeto de atacar a los venecianos siempre que se presentara la ocasión favorable, e impidiera, a la vez, el paso de refuerzos holandeses; pero cuidando siempre de no enarbolar la bandera real, sino solamente pabellón virreinal

 
El Gran Duque de Osuna D. Pedro Téllez-Girón y Velasco



     En 1617 el almirante Francisco de Rivera penetró en el Adriático con 15 galeones y en la tarde del 21 de noviembre se encontró frente a 18 galeones y 34 galeras de Venecia. Además de la habitual inferioridad numérica los españoles tenían la desventaja de que apenas soplaba viento, con lo que las galeras podían acercárseles a su antojo y remolcar a su vez a sus propios galeones.
Los venecianos formaron en media luna para envolver a los españoles, pero la noche cayó antes de que los alcanzaran, y el combate se pospuso unas horas.


 
Plano de la época del Golfo de Venecia, con la ciudad de Ragusa representada.

     Poco antes del amanecer del día 22,  sopló un viento lo bastante sostenido como para permitir maniobrar a los galeones españoles y ofrecer su flanco.  Francisco de Rivera, decidido a llevar adelante la acción, ciñendo el viento metió su gran galeón de 68 cañones por medio de la escuadra veneciana, haciendo contra ella un fuego terrible, de tan gran eficacia que todos los barcos enemigos ciñeron, retrocediendo. No obstante, corría el peligro de quedar rodeado y abrumado por la enorme superioridad de los contrarios, pero los restantes galeones forzaron vela todo los posible para apoyarle, llegados a distancia de tiro iniciaron un fortísimo cañoneo contra la masa enemiga de galeras y galeazas, que retrocedieron formando apelotonamientos, sobre los que los artilleros napolitanos no perdían ni una bala. Causaron así muchísimo daño a los venecianos, por lo que en poco tiempo cuatro de sus galeras fueron echadas a pique, despedazadas, y varios galeones contrarios, entre ellos el enorme San Marcos, sufrieron grave quebranto en la arboladura y muchas bajas. Pese a tales ventajas, no pudo Rivera abordar a ninguno de los navíos enemigos, como hubiera sido su deseo, pues se lo imposibilitaba el viento, favorable a los venecianos, que podían despegarse y huir ante la acometida de los galeones ducales.


 
Galera de guerra veneciana.

     Los barcos venecianos recibieron entonces una descarga abrumadora de artillería. Al estar entremezclados galeras y galeones, los barcos venecianos no pudieron maniobrar con la rapidez suficiente para que las vulnerables fragatas se situasen fuera de alcance ni los galeones ofreciesen su costado antes de sufrir graves daños.
     La batalla, llamada de Ragusa, duró 14 horas, hasta que de nuevo se hizo de noche, y fue en realidad un duelo artillero, sin abordajes ni embestidas, dada la potencia de fuego que habían alcanzado los galeones de la época.






 
Galeón de guerra español

     A pesar de lo abultado de su superioridad numérica los venecianos tuvieron que retirarse con cuatro galeras hundidas y un galeón muy maltrecho. Hubo cuatro mil bajas entre los venecianos y 300 entre los españoles.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Batalla de El Pari 1816

21 de Noviembre de 1816.-

    Tiene lugar en las cercanías de Santa Cruz de la Sierra, en la actual Bolivia, la llamada batalla de El Pari,  considerada (en relación al número de sobrevivientes) como la batalla más sangrienta que hubo en la Guerra de Independencia Hispanoamericana y en la independencia de América en general ya que solo 200 hombres sobrevivieron en el ejército realista y unos 350 de las fuerzas patriotas.

 
Imagen de la batalla de El Pari


      El ejército realista estaba mandado por el coronel Francisco Javier Aguilera, y estaba compuesto por el Batallón Fernando VII, el Talavera de la Reina, dos divisiones cochabambinas y dos piezas de artillería, haciendo un total de 1.600 hombres.
El ejército patriota, a las órdenes de Ignacio Warnes y Jose Manuel Baca, componíase de poco más de 1.000 hombres distribuidos en las tres armas: la caballería al mando del coronel Mercado, la infantería al mando del comandante Saturnino Salazar y el comandante Rocha dirigía la artillería, una parte de la fusilería estaba integrada por unos 300 jóvenes criollos de lo más selecto de la juventud boliviana.


 
Juan Ramírez Orozco, general de los ejércitos realistas del Alto Perú


      El coronel patriota Jose Manuel Mercado divisó la caballería enemiga que fue interceptada. Mercado, después de esto, había vencido a la caballería cochabambina y la perseguía.
Mientras tanto Warnes atacaba a la infantería e iba torciendo la balanza hacia su favor en el Pari. Luego dirigía a sus tropas sobre la línea de fuego pero el coronel Aguilera espero astutamente esta situación y no se sabe exactamente, pero por orden de Aguilera o por un soldado se produjo un disparo de fusil o cañón que derribó al caballo de Warnes, quedando el caudillo con su pierna aprisionada, este incidente fue aprovechado por un "talaverino" que mató a Warnes con su bayoneta, produciéndose la dispersión de los patriotas tras la muerte de su comandante.


 
José Manuel Mercado mandando sus montoneros contra la caballería realista

      Después de más de cinco horas de encarnizada lucha, con innumerables bajas de uno y otro lado, la victoria cayó del lado realista, aunque no quedaba más que un puñado de hombres, el campo yacía lleno de soldados muertos de uno y otro bando.

lunes, 19 de noviembre de 2012

SOLDADO DE LA UNION CAÍDO (pintado final)



  Bien... aquí os presento al soldado U.S. que modelé para la viñeta de la toma del fuerte por los indios ya pintado y dispuesto a ser colocado en su ubicación final... ya, cuando esté montada la viñeta  os mostraré las fotos.









 


 


 


 


 


 


 

Y ahora... a pensar en la siguiente pieza.

Batalla de Ocaña 1809

 19 de Noviembre de 1809.-

      Tiene lugar junto al municipio toledano de Ocaña el enfrentamiento entre un ejército francés de unos 40.000 infantes, 6.000 caballos y numerosa artillería al mando del Mariscal Soult con otro español de unos 51.869 hombres, de los cuales 5.766 eran de caballería, con 55 piezas de artillería al mando del general Aréizaga, en la que será conocida como la batalla de Ocaña.


 
Plano de la batalla.


     El Ejército español formó en dos líneas a derecha e izquierda de Ocaña con la caballería en los flancos: el grupo mayor, mandado por el general Freire, a la derecha, un poco a retaguardia y el otro grupo al mando del coronel Ossorio. A las diez de la mañana rompieron el fuego las guerrillas de uno y otro ejército, dirigiéndose el mariscal Mortier con las divisiones polaca y alemana del IV Cuerpo, contra la derecha y centro del ejército español.


 
El general al mando del ejército español D. Juan Carlos Aréizaga.

     La primera acometida de los soldados polacos fue rechazada por los españoles, que salieron a su encuentro y sólo pudieron ser contenidos en su avance por la artillería francesa, bajo cuya protección se rehizo de nuevo el frente polaco. El frente español reiteró el ataque con más energía y pese a los esfuerzos de su artillería fue empujada la línea española a retaguardia, teniendo al fin que efectuar un cambio de frente. Viendo el mariscal Mortier que flaqueaba su primera línea, mandó a Girard que con su división (la 1.ª del V Cuerpo) marchase por los intervalos de aquélla contra los españoles, los cuales, observando que por su izquierda las tropas de Desolles estaban próximas a penetrar en Ocaña y que por su derecha la caballería española huía ante la gran masa de jinetes franceses dispuestos a la carga, cedieron al fin buscando el apoyo de la vanguardia.


 
Grabado de la época que representa un momento de la batalla.

     Poco más tarde del mediodía, la caballería imperial francesa, dejando cortados en su rápido movimiento envolvente regimientos enteros, obligó al ejército español a rendir las armas. En las filas españolas, todo fue confusión y pánico, siendo impotentes los jefes y oficiales para contener la dispersión. Aréizaga permaneció durante toda la batalla encaramado en una de las torres de Ocaña, atalayando el campo, pero sin dar disposición alguna ni dirigir la marcha del combate y después tomó el camino de Dosbarrios, La Guardia y Daimiel, donde  informó a la Junta Central de la catástrofe. Ésta fue espantosa, pues 4.000 hombres resultaron muertos o heridos, de 15.000 a 20.000 prisioneros y se perdieron 40 cañones, equipajes, víveres, etc., casi todo el material del ejército español.



     En uno de los episodios de la batalla, el  sargento del Regimiento de Infantería Córdoba, Andrés Quercó, al ver que el enemigo arrebataba una de las banderas del regimiento, pasó por entre las filas contrarias y llegando al punto donde estaba la bandera, se apoderó de ella dando muerte al que la empuñaba y se reunió después con su Cuerpo en Puertollano, ostentando su glorioso trofeo.


Regimientos españoles que tomaron parte en la batalla;  Reales Guardias Walonas y Regimiento de infantería de línea Burgos

sábado, 17 de noviembre de 2012

Expedición de Juan Ladrillero 1557.

17 de Noviembre de 1557.-

     Zarpa de la ciudad de Valdivia, en el actual Chile, el navegante y explorador español Juan Ladrillero, natural de Moguer, Huelva, considerado, después de Fernando de Magallanes, como el otro descubridor del Estrecho de Magallanes; siendo el primero en navegarlo en ambos sentidos.


 
Monumento en homenaje a Juan Ladrillero en Puerto Natales, Chile.

     La expedicion había sido ordenada por el Virrey del Perú D. Andrés Hurtado de Mendoza, y llevaba como una de sus tareas reconocer la boca occidental del Estrecho de Magallanes, lo que había sido ordenado por una Real Cédula, por lo que conociendo la capacidad y pericia marinera de Ladrillero, y aunque este ya era de edad avanzada, lo puso al frente de la expedición.

      Juan armó dos naves de 450 toneles cada una y tripuladas por 60 hombres. Ladrillero tomó el mando de la San Luis llevando como piloto a Hernán Gallego y Cortés Ojea el mando de la San Sebastián con Pedro Gallego como piloto. Zarparon de Valdivia el 17 de noviembre de 1557 recalando al golfo de Penas al que le puso ensenada del Alcachofado, ingresaron a los canales patagónicos por el canal Fallos, a la salida del cual los buques se separaron no volviendo a encontrarse.
     Ladrillero ingresó a los canales por el canal Oeste , recorrió la isla Duque de York regresó al norte recorriendo el canal Wide, el paso del Indio y la angostura Inglesa y llegado al golfo de Penas volvió nuevamente al sur vía océano Pacífico.


 
Juan Ladrillero tomando posesión del Estrecho de Magallanes en nombre del gobernador de Chile y la Corona de España.


      Reconoció la costa sur del canal Concepción y entró a los canales por el estrecho Nelson y descubrió la región de Última Esperanza, navegó el canal Kirke y exploró el seno Obstrucción creyendo inicialmente que había llegado al Estrecho de Magallanes.
Volvió al Pacífico buscando la entrada del Estrecho, pero esta vez continuó de largo hacia el sur, reconociendo la isla Desolación, entró al Estrecho navegando seguramente el canal Abra. En el cabo Posesión donde llegó el 9 de agosto de 1558 efectuó la ceremonia de toma de posesión de este. Luego de explorar la boca oriental regresó al norte soportando todo tipo de calamidades, falta de víveres y muerte de sus tripulantes logrando recalar en la bahía de Concepción donde fondeó con sólo el capitán, un marinero y un negro de servicio, que murieron a los pocos días excepto Ladrillero que falleció a mediados de 1559.

 
Demarcación del viaje del capitán Juan Ladrillero.

jueves, 15 de noviembre de 2012

Fundación de Santa Fé, Argentina 1523.

15 de Noviembre de 1573.-

     Juan de Garay junto a un grupo de criollos ("mancebos de la tierra") llegados desde Asunción, funda la ciudad de Santa Fé de la Vera Cruz, en Argentina.



 
Juan de Garay, gobernador del Río de la Plata y del Paraguay.


        La fundación de la ciudad de Santa Fe, siguió las pautas que eran norma en esa época, una cuadrícula de aproximadamente 100 has. cuya parte central se destinó a plaza de armas, a cuyo alrededor se ubicaron las despendencias administrativas, religiosas y para vivienda de los personajes principales, entre ellos el mismo Don Juan de Garay, guiándose por otros ejemplos de fundaciones como las de Lima en 1535. Fue sin duda una ciudad que respondió a una estudiada planificación previa. Si bien en el acta se hace referencia a un plano o traza que sirvió de base para el reparto de solares confeccionado por el propio Garay, este documento se extravió en la época colonial, perdiéndose con ello los datos de la distribución física de las partes adjudicadas a cada vecino, no obstante conocerse el nombre de cada uno de ellos. Fue Garay quien repartió personalmente los solares, determinándose los espacios para chacras y suertes de estancias. Cada solar equivalía a un cuarto de manzana divididas a su vez por estrechas calles en cruz, sin duda bien hecho con criterio tanto económico como estratégico. A los hombres que gozaban de su mayor confianza les adjudicó los terrenos vecinos a lo que reservó para sí.


 
Ceremonia de fundacion de Santa Fé.


       La ciudad fué erigida cerca de la zona que hoy ocupa la localidad de Cayastá en las barrancas del río Quiloazas (actualmente río San Javier). En una ceremonia solemne plantó un rollo (símbolo de autoridad del rey), de allí la ordenó en un plano de cuadrículas, que sirvió de padrón para adjudicar a los vecinos sus solares convertidos en terrenos de un cuarto de manzana para edificar sus casas.
     Santa Fé sobre el Quiloazas fue parada obligada y posta en los caminos terrestres y fluviales que comunicaban el Paraguay y el Río de la Plata con Tucumán y Cuyo, Chile y al más distante Alto Perú.


 
Acta fundacional de Santa Fé de la Vera Cruz.
 

      El fundador abandonó la ciudad al poco tiempo, lo que desató el descontento de la población y generó el levantamiento de los mancebos conocido como la Revolución de los Siete Jefes. Esta revolución, fue rápidamente sofocada por una contrarrevolución que mató al principal cabecilla en su casa: el mancebo Lázaro de Venialbo.

Socorro de Ceuta 1723



14 de noviembre de 1723.-

     La expedición organizada por Patiño para liberar la ciudad de Ceuta, que estaba siendo sitiada desde el año 1694 por el sultán Muley Ismael al mando de 40.000 hombres, desembarca gracias al apoyo naval de los navíos de guerra españoles bajo el mando del Teniente General de la Armada D. Carlos Grillo poniendo en huida a los moros que la sitiaban y permitiendo el desembarco del ejército español, compuesto por unos 15.000 hombres al mando del marques de Lede. 


 
La flota española poniendo rumbo a Ceuta.


     El éxito del desembarco se debió a la estrategia ideada por D. José Gutierrez de los Ríos, que realizó un amago desembarco con las galeras bajo su mando, lo que obligó a los sitiadores a dividir sus fuerzas, por lo que se facilitó el desembarco español.


 
La ciudad de Ceuta en 1700.