9 de abril de 1904.-
Muere en el exilio Isabel II de Borbón, la de los Tristes Destinos, nacida el 10 de octubre de 1830 en Madrid, era hija de Fernando VII y de su cuarta esposa, María Cristina de Borbón. Su nacimiento provocó problemas dinásticos, ya que hasta entonces el heredero era el hermano de Fernando VII, Carlos María Isidro, que no aceptó el nombramiento de Isabel como princesa de Asturias y heredera del trono.
Isabel II de Borbón.
Gracias a la derogación de la ley Sálica y promulgada la Pragmática Sanción el 30 de junio de 1833, que permitía acceder al trono a las mujeres de línea directa, Isabel heredó el reino de su padre siendo menor de edad todavía, quedando como Reina Gobernadora, hasta la mayoría de edad de Isabel, su madre María Cristina. Pero un pronunciamiento obligó a ésta a expatriarse, y la regencia fue ejercida de 1840 a 1843 por Espartero, fecha en la que, para hacer frente al levantamiento, se declaró la mayoría de edad de Isabel a los 13 años, inaugurando así su reinado que llegaría hasta 1868.
Estandarte Real usado por Isabel II.
A los 16, se casó, contra su deseo, con su primo Francisco de Asís. Tuvo nueve hijos, algunos de los cuales murieron al nacer. Durante su reinado se produjo el tránsito de un estado absolutista a otro liberal-burgués. Se inició el Estatuto Real en 1834. El impulso liberal se inició en 1836 tras el golpe de Estado de los sargentos de La Granja. Se produjo la desamortización de bienes de la Iglesia, la formación de un Ejército capaz de doblegar al carlismo y la institucionalización del régimen.
Francisco de Asís de Borbón.
La medida más importante fue la elaboración de una nueva constitución en 1837, adaptada de la Constitución de Cádiz de 1812. Entre 1840 y 1843 Espartero llegó incluso a desplazar de la regencia a la misma reina madre, con una línea de gobierno claramente autoritaria que provocó el rechazo de una parte del progresismo, lo que acabó por abrir las puertas al conservadurismo.
Durante una década, se consolidó un liberalismo muy restrictivo. El nuevo sistema se plasmó en la conservadora Constitución de 1845. El hombre fuerte del periodo, el general Ramón María Narváez, consiguió evitar en 1848 la oleada revolucionaria extendida por gran parte de Europa. Esta fase se cerró con Juan Bravo Murillo, quien llevó a cabo una amplia labor administrativa y hacendística. Con el pronunciamiento de Vicálvaro de nuevo el Partido Progresista se volvió a hacer con el poder, volviendo así el progresista Espartero.
General Espartero.
Lo más trascendente en este periodo fue la desamortización civil llevada a cabo por el ministro Pascual Madoz. Narváez volvió a conseguir el poder durante un bienio más (1856-1858); sin embargo, los cambios sociales terminaron por abrir el camino a un sistema más templado, el de la Unión Liberal (1858-1863), en torno a otro militar, el general Leopoldo O'Donnell, quien jugó un activo papel en el exterior, hasta el punto de poder hablarse de una etapa neo-imperialista.
General Leopoldo O´Donnell.
La última etapa del reinado de Isabel II se caracterizó por una descomposición política. Los nuevos grupos sociales en ascenso exigían un cambio radical de gobierno que se resistió con el empleo de la fuerza. Con Luis González Bravo, el régimen rozó el sistema dictatorial. El final llegó con la batalla de Alcolea en 1868, que abrió las puertas de la Revolución que supuso el destronamiento definitivo de Isabel II, quien en 1870 abdicó en su hijo Alfonso XII para favorecer la vuelta de la monarquía Borbónica a España.
Batalla del Puente de Alcolea, óleo de Rodríguez de Losada
Isabel II vivió el resto de su vida en Francia; desde allí fue testigo de la Primera República, del reinado y de la muerte de su hijo Alfonso XII en 1885, de la regencia de su nuera, María Cristina de Habsburgo-Lorena y del inicio del reinado personal de su nieto, Alfonso XIII. Desde que fue derrocada en 1868 dejó de hacer vida en común con su marido, que pasó a vivir a Épinay-sur-Seine, donde falleció en 1902. Isabel II murió en París en 1904 y fue enterrada en el Monasterio de El Escorial frente a los restos de su esposo.
Un repaso histórico resumido y accesible. Me gusta por dos razones: es historia y es resumida.
ResponderEliminarDe eso se trata, de hacer la Historia lo más amena posible.
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