Combate entre una faragata española y una británica.
En el combate murieron 41 tripulantes de 162 que era su dotación, entre ellos el capitán de fragata D. Pedro Manuel Lana, y herido el oficial de Marina D. Juan Ignacio de Madariaga y Arostegui. No se rindieron á tan superiores fuerzas hasta que consumieron todas las municiones y se halló la fragata desarbolada del palo mayor.
El comandante de la fragata inglesa echo á los prisioneros españoles muy inhumanamente en Cayo Sol, islote desierto, en medio del canal de Bahama, sin más víveres que un barril de carne y otro de bizcocho para 121 individuos, incluso cuatro oficiales de guerra, sin otro recurso que un botecillo de tres remos, que por accidente se dejaron los ingleses olvidado en la playa.
Islote de Cayo Sol
Todos hubieran perecido sin el arrojo de Ignacio de Madariaga que ofreció ir con dicho bote á La Habana: que distaba 50 leguas, á llevar tan infausta noticia y solicitar auxilio, como así lo efectuó tras siete días de contínuos riesgos y de importante trabajo. El general de la escuadra D. Andrés Reggis, lo envió á recoger á los moribundos del islote con una balandra y una fragata, en las que felizmente los supervivientes llegaron á La Habana. Otra muestra más de ese gran pueblo de hijos de la... Gran Bretaña en la que nos muestra otra de sus facetas aparte de la de piratas, ladrones y borrachos... criminales de guerra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario