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Se libra el combate naval de Terceira (o Tercera), también conocida como Batalla de San Miguel, en aguas de la Isla Terceira y la Isla de São Miguel (San Miguel) de las Azores entre la escuadra española de Álvaro de Bazán, compuesta por 25 naves, y otra escuadra francesa de 60, al mando del almirante Felipe Strozzi, terminando con una aplastante, pero decisiva, victoria para los españoles. Ésta fue la primera batalla naval de la Historia en la que participaron galeones de guerra, y también fue la primera batalla naval que se libró en mar abierto.
Galeón San Mateo en las Azores.
Después del mediodía, el galeón San Mateo, que lleva de maestre de campo a D. Lope de Figueroa se aparta de la línea hacia barlovento. Los franceses creen que pueden aislarle de la línea española, y se dirigen hacia él la Capitana, la Almiranta y tres galeones. Figueroa acepta el combate, y sin disparar sus cañones, se ve abordado por la Capitana (por babor) y la Almiranta (por estribor), mientras los otros tres galeones le hacen disparos por proa y popa. Cuando las dos naves están muy cerca, dispara su artillería, produciendo grandes daños a los franceses, y repite la descarga antes del abordaje. Pone tiradores escogidos en la gavias que barren las cubiertas francesas. Siendo el San Mateo ya una boya, sin jarcias ni velas, mantiene combate durante dos horas. Tuvo que dar orden D. Lope a sus hombres para que no pasasen a la Capitana francesa, que se había rendido, para mantener el combate con la Almiranta.
Galeón San Martín de Álvaro de Bazán.
Al dar por perdidas la Almiranta y la Capitana, los franceses que no están trabados a naves españolas se retiran, terminando el combate a las cuatro horas de empezar.
D. Álvaro de Bazán, IMarqués de Santa Cruz.
26 de Julio de 1822.-
Tiene lugar la llamada Entrevista de Guayaquil, que fue una reunión que sostuvieron los libertadores de América , Simón Bolívar y José de San Martín en la Ciudad de Guayaquil, a solas y sin testigos, en que trataron tres asuntos: el destino de la Provincia de Guayaquil, la reparación de la ayuda que el Perú había brindado anteriormente para la liberación de aquella provincia, y el final de la campaña contra los realistas, cuya definitiva etapa debía librarse en el recientemente Independiente Perú, ya que en zonas de la sierra peruana se encontraban los últimos reductos de los ejércitos realistas instalados en Sudamérica.
Entrevista de Guayaquil.
Para San Martín, lo conversado en las reuniones era un secreto que se debía guardar para no poner en peligro las operaciones militares contra los realistas que todavía no estaban definidas, y, por varios años, no reveló lo conversado. Bolívar, en cambio, produjo a los pocos días varios informes, redactados por su secretario, en el que da su versión acerca de lo tratado con San Martín en Guayaquil, pero en ellos, Bolívar omitió el pedido de San Martín de unir ambos ejércitos y de este modo terminar en forma rápida la guerra.
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