Pienso, que de las muchas gestas heróicas y valientes que el Ejercito Español haya protagonizado a lo largo de los siglos, hayan estado compuestos éstos incluso por miembros de otras nacionalidades que lucharon y murieron por nuestras banderas, ningún hecho empaña lo realizado en la mañana del dia 23 de Julio de 1921 en el valle del río Igan, en Marruecos. Aquí no hay ideología política, ni colonialismo ni nada de nada, solo hay soldados que se sacrificaron en cumplkimiento del deber para permitir la llegada de amigos, vecinos, paisanos, compañeros...españoles todos, a lugar seguro.
Esta es la historia:
Oficiales, Suboficiales y tropa del Alcántara días antes del desastre de Annual.
Continua la huida desordenada del ejército español ante el empuje de las harkas rifeñas de Abd el Krim. Los soldados, que huyen de las posiciones de Dar-Drius buscan salvarse en Monte Arruit. Allí esperan reorganizarse, allí sencillamente tienen la esperanza de sobrevivir. Pero, para ello, tienen que cruzar el cauce árido del río Igan, ambas orillas tomadas por los tiradores del Rif. El general Navarro ordena a Fernando Primo de Rivera que asalte las alturas tomadas por los insurrectos, es decir, que sacrifique el regimiento de Caballería nº 14 de Cazadores de Alcántara para permitir la retirada de un ejército tan derrotado que su jefe, el general Silvestre, se ha suicidado.
Oficiales del Alcántara.
El teniente coronel Fernando Primo de Rivera, que se encontraba al mando del Regimiento de forma casual, ya que el coronel se había desplazado a Annual en los días anteriores y probablemente estaría muerto, según informaban los supervivientes que iban llegando de los alrededores, acata la orden que transmite a los 691 jinetes de la unidad.
El aire abrasa esa mañana del 23 de julio de 1921, en Drius, donde se encuentran las tropas de la columna Navarro, Estos soldados, que serán tiroteados por los moros y salvados por el Alcántara, oyen esa mañana un toque de "Diana" muy espacial: los trompetas del Regimiento han formado un círculo y juntos tocan las notas musicales. El mensaje es claro, la caballería les cubrirá. Primo de Rivera arenga a sus oficiales, palabras breves, claras y cortantes:: "¡Soldados! Ha llegado la hora del sacrificio. Que cada cual cumpla con su deber. Si no lo hacéis, vuestras madres, vuestras novias, todas las mujeres españolas dirán que somos unos cobardes. Vamos a demostrar que no lo somos". Dicho esto, monta su caballo, Vendiamar.
La carga del Alcántara. Obra del pintor Augusto Ferrer-Dalmau.
Los jinetes avanzan, desenvainan los sables, galopan y cargan contra el muro de fuego y plomo de los fusiles rifeños. No lo hacen una vez, suficiente para demostrar su valor, lo repiten ¡¡¡CUATRO VECES!!!!... heroicamente, con la palabra España en sus bocas. Sobre sus monturas las tropas del Alcántara cabalgan hacia la muerte y hacia la gloria. Todos los hombres cargan, El choque en la segunda carga es tan brutal que los primeros enemigos caen pisoteados por los caballos, se rehacen las filas, se agrupan los jinetes y se vuelve a la carga. Las bestias estás agotas, los moros disparando y los jinetes vuelven a cargar incluidos los veterinarios y los cornetas de catorce años, y así hasta CUATRO VECES, hasta con los mulos de los carros del Regimiento.
Se dice que hasta los mismos moros que les disparaban rezaban a Alá por el alma de aquellos valientes. La última carga se realiza…¡¡¡con los caballos al paso!!!!!, agotados, cubiertos de sudor y polvo. Cuando los caballos cayeron, , los soldados siguieron el asalto a pie. Al final, los rifeños huyen espantados ante aquella determinación de dientes apretados y sables ensangrentados. Vuelven para contarlo 67 hombres, de ellos, cuatro oficiales. Caídos en combate, 624 españoles.
De los jóvenes trece cornetas, apenas unos niños, solo uno volvería a Melilla.
El Alcántara. de Augusto Ferrer-Dalmau.
La columna del General Navarro pudo llegar a su destino, aunque aún no habían acabado su calvario.
Dias después falleció el Teniente Coronel Primo de Rivera a causa de la gangrena producida al amputarle un brazo tras ser alcanzado por un proyectil de cañón el 5 de Agosto, recibiendo a título póstumo la Cruz Laureada de San Fernando. El gobierno ha hecho lo propio sobre la bandera del regimiento 91 años después. Hoy, en el cielo, los jinetes cabalgan sus monturas orgullosos porque su patria ha reconocido, casi un siglo después, su heroísmo es aquel tórrido mes de julio cuando sus pechos fueron el escudo asaeteado que protegió la retirada de miles de soldados españoles.
Teniente Coronel D. Fernando Primo de Rivera.
Pocos meses después, el Comandante Franco recuperó la posición encontrando los cadáveres de los soldados españoles en el lugar donde habían caido. Al llegar al lugar donde descansaba el cuerpo de Primo de Rivera, encontraron que éste había sido desenterrado, pero no fué profanado. Parece ser que los rifeños quisieron saber quien era ese jefe que junto a otros héroes, se batieron en el río Igan en la que fué la última carga de la caballería española.
Cazador de Alcántara de Augusto Ferrer-Dalmau.
Amigos lectores... No hay en el mundo entero un país que haya tenido semejante gesta, ni los ingleses en Balaclava y el general Custer en Litle Big Horn, pero seguro que los niños españoles conocen mejor estos hechos que los nuestros propios, por que ellos si tuvieron un escritor que contó la famosa carga de los seiscientos en el valle de la muerte y los otros tienen la industria cinematográfica.
Esta acción fué obviada por la monarquía, la dictadura, la república, la otra dictadura y esta monarquía hasta el día 1/6/2012, en que se le otorga la Cruz Laureada de San Fernando al Regimiento de Cazadores Alcántara nº 14, 91 años después... Que le vamos a hacer, somos españoles y estas acciones para nosotros son... o eran, el pan nuestro de cada día.
Va a ser la primera y la última vez que voy a decir esto en este blog, aunque me sobren los motivos para ello,... pero en homenaje a aquellos héroes:
¡¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!!!.
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