30 de Noviembre de 1803.-
Zarpa tal día como hoy la expedición de D. Francisco Javier Balmis del puerto de La Coruña, que llevará a todos los territorios españoles de Ultramar la vacuna contra la viruela, ya que unos años atrás, se había declarado una epidemia en las regiones de Lima y Bogotá que estaban matando a miles de personas.
Francisco Javier Balmis Berenguer (Alicante, 1753-Madrid 1815)
Vacunación contra la viruela.
Para ello se escogieron a 22 niños, de la casa de los expósitos de La Coruña, pues los de esta localidad costera estaban acostumbrados a la presencia del mar, los más sanos, de más de ocho años y de menos de diez, que no hubieran padecido viruelas ni hubiesen sido vacunados ni inoculados y se pidió a la rectora del hospicio de La Coruña, Isabel López Sandalla, que les acompañase en tan largo viaje. Cinco niños madrileños ya habían sido vacunados sucesivamente, en el trayecto de Madrid a La Coruña, y habían sido devueltos del puerto, a su lugar de origen.
Los niños y la rectora del hospicio rumbo a América-
Posteriormente se escogió el barco, una corbeta de doscientas toneladas, la María Pita, que sería gobernada por Don Pedro del Barco, teniente de Fragata de la Real Armada, llevando como director de la expedición a Francisco Javier Balmis y como ayudantes a D. José Salvany, D. Manuel Julián Grajales y D. Antonio Gutiérrez y Robledo. Como practicantes a los cirujanos don Francisco Pastor Balmis, y don Rafael Lozano Pérez, y como otros enfermeros a don Basilio Bolaños, don Ángel Crespo y don Pedro Ortega.
Llegan a Puerto Rico en mayo de 1804, posteriormente naufragan y llegan a Cartagena de Indias, y en Venezuela se dividen en dos grupos. El de Balmis irá a Cuba, Méjico y después (1805), con 25 niños que regresarán posteriormente, tras un duro viaje de más de dos meses, a Filipinas (donde enfermó Balmis de diarrea), y con tres niños a Macao, travesía en la que murieron 20 tripulantes, Cantón y regresarán a España tres años después, el 7 de septiembre.
Rutas de la Expedición Balmis
La otra expedición, dirigida por el doctor Salvany recorrerá Panamá, Colombia, Ecuador, Perú, Chile y Bolivia durante siete años, muriendo su jefe en Cochabamba el 21 de julio de 1810 con 34 años de edad, continuando sus ayudantes, Manuel Grajales y Rafael Lozano.
De esta manera llegó la vacuna viva a los territorios de Ultramar y se calcula que entre las vacunaciones directas de la expedición, más luego al ir dejando en los diferentes lugares la posibilidad de seguir vacunando, al final fueron más de ochenta millones de personas las que fueron vacunadas En cada lugar dejan las instrucciones y organización necesaria para mantener la labor de vacunación, llevando un registro detallado de ella: 56.000 vacunados en Colombia, 22.276 en Perú.
Partida de la expedición.
Se ha dicho que “con esta expedición España escribió una de las páginas más limpias, más humanas, de más auténtica civilización que se haya jamás escrito en la Historia”, reflejando los clásicos valores españoles de desinterés y constancia.
Muchos historiadores dan por seguro que las vidas que se salvaron con esta expedición definieron la estructura demográfica actual de los países que un día fueron españoles.
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