22 de Septiembre de 1568.-
El pirata inglés John Hawkins y su pupilo Francis Drake, que aún no contaba 20 años, caen derrotados en la batalla de San Juan de Ulúa. Hawkins había impuesto en las Indias un método de contrabando altamente persuasivo. El corsario arribaba a los puertos coloniales con mercancía, a menudo esclavos robados en barcos negreros, y exigía su intercambio bajo amenaza de bombardear la ciudad. Lo curioso es que pudiendo llevarse la mercancía gratis, el pirata prefería comerciar, pagando incluso el pertinente impuesto. A Isabel I le encantó la estrategia y puso a su disposición dos galeones de la Armada, el Jesus of Lubeck y el Minion, al final su flota ascendió a 6 barcos
Mapa de Veracruz y de la fortaleza de San Juán de Ulúa.
Batalla de San Juán de Ulúa.
En la batalla, un contingente español desde la fortaleza vecina, masacró con sus cañones la flota británica. The Angel se hundió después de unas salvas, y Swalow fue abordado por los soldados españoles que tripulaban las baterías. La nave almirante fue abordada y otras tres hundidas.
Drake y Hawkins, se dieron a la fuga inmediatamente mientras sus hombres se batían con la flota española, lo que fue interpretado por los marinos españoles como un flagrante acto de cobardía.
A pesar de conseguir la huida, ambos barcos estaban tan dañados que Drake y Hawkins no dudaron en abandonar a 110 de sus hombres a su suerte en la costa sur de lo que hoy es Estados Unidos, para evitar problemas de sobrecarga durante la travesía del Océano Atlántico.
Drake llegó solo a Inglaterra en enero de 1569, e informó de la muerte de John Hawkins además de contar un fantasioso relato sobre el ataque español y el desastre de su flota. Para su sorpresa, un mes más tarde, John Hawkins llegaba a Inglaterra sano y salvo.
Vista parcial de la fortaleza de San Juán de Ulúa.
Por parte española, se produce la recuperación de las abundantes ganancias fruto de un año de saqueos, que hubieran debido acabar en Inglaterra.
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