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viernes, 13 de enero de 2017

Guías de Castilla 1874










     El Batallón  de ‘Guias de Castilla’ fué formado como su nombre indica, por los voluntarios de Castilla, a instancias del general navarro Don Antonio Lizarraga y Esquiroz para acoger al número creciente de castellanos que se presentaban para unirse al ejército carlista. Al principio los castellanos, que venian aisladamente o por pequeños grupos a tomar las armas, eran integrados en unidades de otros territorios, y vivian confundidos con las fuerzas de las demás provincias. Ya en marzo, Lizarraga organizó con ellos, primero una compañía de Guías de Castilla, compuesta casi toda de riojanos, pero en la que habia también andaluces y valencianos.







      Estos castellanos tenían gran consideración en el ejercito carlista porque no luchaban por su tierra, sino que “habían abandonado casa, hogar y familia” para luchar por amor a la causa. Tal era el deseo de contribuir a dicha causa, que había un gran número de oficiales que eran incorporados como simples soldados. Aunque vascongado, Lizárraga, que había servido muchos años en el ejército, conocía las excelentes condiciones que para soldados tienen los hijos de Castilla, y desde el principio del alzamiento trató de organizar fuerzas de aquellas provincias. Al efecto, a cuantos voluntarios de allende el Ebro se le presentaban, deseosos de servir a sus órdenes, los destinaba, fueran o no oficiales al Batallón de Guías. 









     La figura representa a un soldado de dicho Batallón, en el uniforme destacan las sardinetas grandes en la blusa gris y el típico pantalon rojo, junto con la boina azul castellana.,
 




 


Esta pieza está modelada con masilla epoxídica y pintada con óleos.