MARCO LUCIO CENTURIÓN ROMANO.

Esta figura representa a Marcio Lucio celebre centurión romano que vivió en el siglo III adC., que en el 212 adC. servía en España formando parte de los ejercitos de la legión romana.

 

     Acaudillados por Cneo Cornelio Escipión y Publio Cornelio Escipión luchaban contra los cartagineses y vencidos y muertos sus generales reunió el resto de esos ejercitos y se confió el mando a un simple caballero romano llamado Marcio centurión jefe de 100 hombres a general de esos ejercitos.
Marcio con sus legionarios rechazo a Gisgón y sorprendió un dia después al campamento de Asdrubal Gisgón y Magón y dispersó sus ejercitos restableciendo sus comunicaciones con Sagunto, Valencia y las costas conservando los aliados de Roma en aquel territorio e hizo regresar a Asdrubal que iba a socorrer desde los Pirineos a su hermano Anibal en Italia.

 

     Este centurión que llegó a ser general de dos ejercitos consulares había salvado Italia y España.
Marcio envió una carta al Senado de Roma par ser nombrado propretor es decir llamado por el ejercito para reemplazar al pretor pero Roma envió a un pretor llamado Claudio Nerón y Marcio Lucio entregó el mando de los ejercitos de legionarios al Claudio Nerón y se puso a sus ordenes para servir a su patria en el lugar y empleo que Roma le designase.

 

 

Los centuriones llevaban un bastón de mando, habitualmente una vara de vid, llamada vitis, como símbolo de su autoridad, y que, durante las tareas de entrenamiento, utilizaban a discreción para golpear a los torpes y rezagados.

 

 De acuerdo con las fuentes iconográficas el centurión romano se distinguía por su particular uniforme, que estaba constituido por:

     Una túnica corta, que en los climas fríos se complementaba con unos pantalones cortos

 

 

Una armadura de cota de malla (lorica hamata) o de escamas (lorica squamata), muchas veces cubierta por phalerae o condecoraciones en forma de medallón y torquex o pulseras colgantes.

 

Usaba protecciones en las piernas (grebas)

 

Sobre el casco (cassis) lucía una cresta (crista), que cruzaba lateralmente la cabeza. Algunas teorías de historia militar atribuyen la disposición transversal de este penacho a la necesidad de hacerse visible por la espalda para sus soldados, pero en época imperial el resto de los soldados no utilizaba cresta ordinariamente, ya que se reservaba para las armaduras de parada, por lo que solamente los centuriones llevaban este vistoso elemento, que permitía identificarlos fácilmente.

 

 

     Portaba la espada corta -gladius- en el lado izquierdo en lugar del derecho, habitual en los simples milites, sujeta al cuerpo mediante un cingulus o cinturón con la funda del arma.

 

 

  En comparación a la organización militar moderna, podrían ser aproximadamente el equivalente a un capitán de infantería y siendo los centuriones de mayor antigüedad comparables al rango de comandante.

 

      La figura pertenece al catálogo de Miniaturas Andrea... en 90 mm. y representa fielmente al típico centurión romano de la época alto imperial. Está pintada con óleos como suelo acostumbrar y debo decir que fué una verdadera delicia el acometerla con los pinceles.