17 de mayo de 1509,-
Las tropas españolas conquistan la ciudad argelina
de Orán, refugio de los moriscos que asolaban el Mediterráneo. La
conquista de Orán fue un proyecto personal del cardenal Cisneros, que
rendía así su último servicio a Isabel la Católica y a su testamento, en
el que pedía no cesar en la conquista de África.
Cardenal Cisneros (Torrelaguna, 1436 – Roa, 8 de noviembre de 1517)
La expansión por África implicaba la desarticulación de los principales puertos y enclaves del Mediterráneo y el establecimiento de un cordón de seguridad, de forma que las futuras hostilidades con los musulmanes se trasladasen a sus propias costas. Cisneros ideó y financió la operación con sus rentas personales y fue tal su empecinamiento que el Rey Católico le permitió comandar la expedición,el cardenal Cisneros, con la condición de que la plaza tomada quedara bajo la jurisdicción del Archidiócesis de Toledo.
Conquista de Orán (1514). Detalle con el desembarco del Cardenal Cisneros por Juan de Borgoña.
El monarca accedió, facilitando la leva de las tropas y la formación de
la armada, concediéndole a Cisneros el título de capitán general de
África y poniendo a su lado a un
militar de experiencia como Pedro Navarro, veterano de las guerras de
Italia junto al Gran Capitán y artífice de la ocupación del Peñón de la
Gomera en 1508. La relación entre ambos no fue precisamente buena. Al
soldado le incomodaba la intromisión del primado, de setenta y tres
años, en el mando militar de una empresa tan ambiciosa, pero Cisneros
permaneció hasta el final haciendo su entrada triunfal en la plaza
conquistada el 18 de mayo.
Detalle del fresco que representa la conquista de Orán. Capilla mozárabe de la catedral de Toledo.
A mediados del mes de mayo partió la flota, compuesta por 90 barcos y
15.000 soldados, la mayoría procedentes del Tercio de Sicilia. Por
primera vez en un conflicto bélico se llevaban tropas de caballería
armadas con arcabuces. La milicia desembarcó en Mazalquivir, lugar muy
próximo a Orán, pero separado de él por una escarpada sierra. En lo
alto, 10.000 musulmanes les daban la bienvenida con una lluvia de
piedras y saetas. Seis piezas de artillería trataban de proteger el
arriesgado avance español. No se coronó la cima hasta el anochecer.
Navarro limpió la zona de enemigos y preparó el asalto a la ciudad,
defendida por una gruesa muralla y dos castillos.
La Toma de Orán por el cardenal Cisneros, por Juan de Borgoña
La buena disposición estratégica de Orán evitaba la necesidad de contar
con una gran guarnición de defensa. Ésa fue quizás la debilidad que
aprovechó el valiente Navarro, que ordenó una ofensiva total por
distintos frentes. La ciudad no resistió el asedio y poco a poco sus
puertas fueron cediendo. Al día siguiente, Cisneros haría su entrada
triunfal. Entre los vítores de las tropas, el primado de España
colocaría la Santa Cruz en sus murallas y se liberaron unos trescientos cautivos cristianos que hallábanse presos en la ciudad
"El cardenal Cisneros liberando a los cautivos de Orán", de Francisco Jover.
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