23 de marzo de 1860.-
Tiene lugar durante la campaña de Africa, una de las
batallas decisivas en dicha campaña sucedió el 23 de marzo de 1860,
cuando la fuerza española al mando de los generales Rafael Echagüe,
Antonio Ros de Olano y Juan Prim se enfrentaron a tropas marroquíes en
el valle de Wad-Ras (también llamado Vad-Ras o Gualdrás), que da nombre a la batalla.
Batalla de Wad-Ras, obra de Mariano Fortuny
Los batallones
de Cazadores de Cataluña y Madrid atacaron y se hicieron con el puente
sobre el río Bu-Seja, cuerpo a cuerpo, a la bayoneta. Un gran número de
tropas marroquíes atacaron el puente en un primer intento de recuperarlo
pero los cazadores españoles los rechazaron. El mando español, sorprendido por la acción enemiga, manda en apoyo de los Cazadores a los Voluntarios Catalanes. La llegada de los catalanes al lugar del combate fue señalada por una lucha horrible. Después de la Batalla de Tetuán, este batallón había adquirido una reputación de bravura que deseaba mantener, y adelantándose al grupo de los jefes, los voluntarios rebasaron la línea de tiradores y se lanzaron a un cuerpo a cuerpo con el enemigo. La lucha fue terrible, y los cadáveres se amontonaban unos sobre otros. Cuando los catalanes volvieron a las filas españolas habían perdido a la mitad de sus fuerzas
Uniformes de los Voluntarios Catalanes durante la campaña de Africa.
El ataque de los Voluntarios Catalanes sirvió para consolidar el
control del puente, posteriormente el ejército fue coronando, una tras
otra, una serie de alturas. Prim tuvo a su cargo la tarea más penosa,
teniendo que luchar contra un enemigo fanatizado, suicida (era tiempo de
Ramadán) que surgía de cualquier sitió decidido a parar el avance
hispano. Los batallones de Chiclana, Navarra, León y Toledo perdieron la
mitad de sus efectivos.
Grabado de la batalla.
Prim y Ros de Olano se adueñaron, por
fin, de posiciones que aseguraban el paso del desfiladero de Fonduc,
camino directo hacia Tanger. Yriarte refiere el final de la trágica
jornada recogiendo, como resumen de la misma, las palabras de un miembro
de los Voluntarios Catalanes al que se encontró agotado y vagando sin
rumbo por lo que fue antes el campo de batalla: "Y vosotros ¿habéis tenido muchas bajas? - preguntó el reportero al soldado - Solo veo gorros rojos en las ambulancias (el escritor se refiere a las barretinas, gorro típico catalán que adoptaron los Voluntarios Catalanes a su uniforme)".
Campamento del ejército español.
Tras la batalla, un soldado catalán dijo a un periodista que le preguntó si habían sufrido muchas bajas: "Quedamos
los suficientes para otra vez, señor. El día de la toma del campo
perdimos un tercio de los efectivos; hoy ha caido el segundo tercio;
antes de llegar a Tánger daremos otra batalla y moriremos el resto."
Los Tercios Vascongados solo tuvieron cinco muertos en acción de guerra,
ya que, por haberse incorporado en fecha tardía (el 28 de febrero de
1860), únicamente tomaron parte en la batalla final de Wad-Ras, pero, en cambio, tuvieron más de cincuenta muertos
por enfermedad.
Voluntarios vascos en Wad-Ras
Acabado el
combate, con victoria española, y antes de que las tropas pudieran
iniciar su camino con destino a Tánger, apareció un emisario magrebí
solicitando conversaciones de paz.
Los leones del Congreso de los Diputados, fabricados en bronce por el escultor español Ponciano Ponzano, fueron moldeados con los cañones capturados a los marroquíes en dicha batalla.
Daoiz y Velarde, moldeados con el bronce de los cañones capturados en la batalla.
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